2019: UN AÑO COMPLICADO PARA EL HIPISMO NORTEAMERICANO

Por Ramon Brito.
Culmina el año 2019, y para la industria hípica norteamericana esta temporada no ha sido sencilla. Ha sido un año de buenas noticias – como siempre, pero igualmente ha sido un año en el que el futuro inmediato del espectáculo hípico llegó a ponerse en dudas. Un año donde la polémica ha sido la gran protagonista. Recordemos algunos de los eventos y situaciones más relevantes que vivió la hípica en 2019:
LA CRISIS DEL SUR DE CALIFORNIA
Un aumento desproporcionado de lesiones fatales para los purasangres en Santa Anita fue el detonante. Un invierno inusualmente lluvioso y su incidencia en la superficie de la pista es considerado por la mayoría como la causa principal de casi 30 muertes por lesiones en carrera o entrenamiento. Así las cosas, 2019 inició con una verdadera situación de emergencia para las autoridades hípicas de California, más específicamente para el Grupo Stronach, propietarios del óvalo de Arcadia. Los medios de comunicación parecieron emprender una campaña de descrédito en contra de la actividad hípica, resaltando de manera exagerada lo que estaba sucediendo y ayudando directa o indirectamente a grupos extremistas que abogan por el cese de las carreras de caballos en los Estados Unidos. Una consecuencia de todo ello fue la expulsión de los hipódromos del Grupo Stronach del entrenador Jerry Hollendorfer, miembro del Salón de la Fama del Hipismo, decisión que fue apelada judicialmente, sin éxito. Esta emergencia trajo posteriormente cambios importantes en cuanto a la medicación, mantenimiento de las superficies de carrera y contingencias en caso de condiciones climáticas extremas, entre otros.
Santa Anita fue la sede de la Breeders’ Cup, y este año se extremaron los controles pre-carrera relativos a los ejemplares participantes. Lamentablemente, cuando todo parecía indicar que el gran evento culminaría sin fatalidades, ocurrió la grave lesión de Mongolian Groom en la recta final de la Classic, lo que desató nuevamente la andanada de ataques en contra de la industria, quitándole brillo a lo que hasta ese instante había sido un magnífico espectáculo.
Son muchas las lecciones aprendidas a raíz de la crisis de 2019, pero falta mucho por hacer, sobre todo en materia de reglamentación. Los esfuerzos que se han concretado son apreciables, pero necesitan ser uniformes. El hipismo en los Estados Unidos no puede seguir marchando en direcciones diferentes.
EL POLÉMICO KENTUCKY DERBY 2019
Nadie en su sano juicio podía haber imaginado que la carrera más importante del Hemisferio Occidental se decidiría en el comisariato de Churchill Downs. Maximum Security había cruzado la meta en primer lugar en el Kentucky Derby (G1), pero un evidente cambio de línea poco antes de la recta final motivó la averiguación correspondiente por parte de los jueces, quienes luego de casi media hora de deliberaciones tomaron la determinación de distanciar al pupilo de los esposos Gary y Mary West del primero al décimo séptimo lugar por la obstrucción causada, entre otros, a Long Range Toddy. El propietario Gary West introdujo una apelación para revertir la controversial decisión, pero no logró su cometido. Pasarán los años y siempre habrá quien inicie una discusión acerca de lo sucedido en el Kentucky Derby (G1) de 2019.

UN 2019 HISTÓRICO PARA IRAD ORTIZ JR. Y CHAD BROWN
No es un hecho común que en un mismo año sean derribados los récords de dinero producido en los renglones de jinetes y entrenadores. 2019 ha sido sin lugar a dudas un año histórico para Irad Ortiz Jr. y para Chad Brown, casi seguros ganadores del Eclipse Award en sus respectivos renglones. Al 29 de diciembre el estelar jinete puertorriqueño había logrado 324 victorias – más que cualquier otro jockey en Norteamérica – en 1,516 compromisos con premios de $34,109,019. Es la primera vez que un jinete rebasa la barrera de los $30 millones, lo que de por sí añade méritos a lo que ha sido una temporada de ensueño. Por su parte Chad Brown puso números extraordinarios a su trabajo de 2019. A la misma fecha – 29 de diciembre – el campeón entrenador logró 220 victorias en 820 carreras, generando premios por $31,041,504, siendo igualmente la primera vez que un profesional del entrenamiento logra superar los $30 millones en producción. Irad Ortiz Jr., Chad Brown y Bricks and Mortar, se combinaron para ganar la 1er edición de la Pegasus World Cup Turf Invitational (G1) en Gulfstream Park, que en su momento ofreció $7,000,000 en premios a repartir.
LOS GRANDES CORREDORES DE 2019
El año que culmina nos permitió disfrutar de la calidad corredora de Bricks and Mortar, uno de los principales candidatos al Eclipse Award como Caballo del Año. El hijo de Giant’s Causeway estuvo perfecto en seis actuaciones en 2019, ganando cinco carreras Grado 1 y una Grado 2 en seis hipódromos diferentes, cerrando su campaña pistera con un resonante triunfo en la Breeders’ Cup Turf (G1) en Santa Anita. El poderoso Mitole demostró su versatilidad, con seis primeros – cuatro Grado 1 – en siete presentaciones, ganando en la milla del Metropolitan Handicap (G1) y en los 1200 metros de la Breeders’ Cup Sprint (G1). El hijo de Eskendereya fue todo un espectáculo en 2019. Disfrutamos de la casi perfecta temporada de la valiente Midnight Bisou, la hija de Midnight Lute que ganó siete de sus ocho actuaciones en el año, con tres selectivas Grado 1 en su haber. No podemos dejar de mencionar a los tresañeros Maximum Security, el hijo de New Year’s Day que terminó a todo vapor la temporada con un total de seis primeros en ocho carreras; y el linajudo Omaha Beach, hijo de War Front que ganó el pasado fin de semana el Malibu Stakes (G1) en terminante demostración. Otras excelentes yeguas que dieron lucidez al hipismo en 2019 incluyen a la veloz Covfefe, ganadora de la Breeders’ Cup Filly and Mare Sprint (G1); Got Stormy, que superó a los machos en el Fourstardave Handicap (G1); Uni, que también venció a los machos en la Breeders’ Cup Mile (G1); y Sistercharlie (IRE), ganadora de tres selectivas Grado 1 en cuatro actuaciones este año.
La temporada 2019 en Norteamérica estuvo repleta de emociones y momentos inolvidables, pero igualmente generó muchas angustias a millares de personas que dependen directa o indirectamente de la industria hípica. No nos cansaremos de insistir en la urgencia de una legislación uniforme que garantice igualdad de condiciones y transparencia en la actividad. Las alarmas se han disparado, y no cesarán hasta que las acciones que se tomen para preservar el deporte hípico en el tiempo sean contundentes, y sobre todo efectivas. Ese será el gran desafío de la industria para 2020.
