Flightline y Cave Rock listos para sus compromisos en la Breeders’ Cup 2022
Por Evanán Negrón.
La mesa está servida para la trigésima novena edición de las Breeders’ Cup. Actualmente con 14 competencias a disposición, pruebas en las que se busca honrar a los campeones y campeonas de las diferentes divisiones y superficies. Se puede decir que la famosa serie de carreras de las Copas de Criadores cuenta con pruebas emblemáticas y que forman parte de la selecta cartelera año tras año y desde su primera edición realizada en 1984. La Breeders’ Cup Classic (para caballos de tres años o más) y la Breeders’ Cup Juvenile (exclusiva para dosañeros), ambas G1; se pueden considerar como carreras insignias y que catapultan al estrellato a sus ganadores, tanto para los títulos de los Premios Eclipse como para su valía futura en la reproducción.
Flightline (Tapit) ha despertado el interés incluso del público no hípico, su talento ha trascendido fronteras y es sin dudas la principal atracción de la venidera Breeders’ Cup Classic (G1, $6,000,000). Su victoria en el Pacific Classic G1 en Del Mar ha quedado para la posteridad, tanto por la facilidad de su desplazamiento como por la amplia distancia aventajada, despertando todo tipo de comparaciones con grandes caballos de la historia, entre ellos, Secretariat. Flightline será conducido por el francés Flavien Prat, su jinete habitual, y es entrenado por John Sadler.