EL GRUPO STRONACH SIGUE EN PIE DE LUCHA PARA QUE SE MANTENGAN LAS CARRERAS DE CABALLOS
Por Ramon Brito.
El Grupo Stronach, propietario entre otros de los hipódromos de Santa Anita, Gulfstream Park, Golden Gate, Pimlico y Laurel Park, ha sostenido una fuerte campaña para que no cese el espectáculo de las carreras de caballos a consecuencia de la pandemia del COVID-19. Al momento de redactar estas líneas, solamente Gulfstream Park se mantiene en actividad, habiendo iniciado su meeting de primavera-verano el jueves 2 de abril.
En California, una orden del Departamento de Salud Pública del condado de Los Angeles obligó a la suspensión de las carreras en el óvalo de Santa Anita por lo menos hasta el domingo 5, obligando la postergación del Santa Anita Derby (G1). Días más tarde ocurrió una situación similar, cuando el Departamento de Salud Pública del condado de Alameda forzó la suspensión de las carreras en Golden Gate Fields.
En Maryland, una orden gubernamental obligó el cese de actividades en Laurel Park, mientras que el hipódromo de Pimlico se ha visto en la necesidad de posponer su carrera más importante, el Preakness Stakes (G1) para una fecha aún por determinar; mientras que el ya famoso Infield Fest, un multitudinario evento conexo a la celebración del Preakness, ya fue definitivamente cancelado.
A raíz de esta problemática, Belinda Stronach, presidente del grupo empresarial, publicó una carta abierta a página completa en la edición del jueves 2 del diario Los Angeles Times, cuyo texto puede ser consultado en su totalidad en la página web de Santa Anita Park. Explica Stronach que en el caso de Santa Anita se habla de más de 1700 ejemplares que deben ser atendidos a diario por un contingente de unas 740 personas, aproximadamente, que conviven en las instalaciones del hipódromo y que dependen de su trabajo diario.
Por otra parte, la misiva explica cómo a partir del pasado 12 de marzo Santa Anita tomó la determinación de cerrar sus puertas al público, antes de que se emitiera la orden gubernamental de aislamiento general.
Un punto en el cual se hace énfasis es la situación financiera de todos los participantes del espectáculo hípico, explicando en detalle cómo funciona esta especie de ciclo que se vería en serios problemas si no se realizan las competencias.
Stronach se refiere a la actividad hípica como una especie de ecosistema delicado, insistiendo en que resulta necesario no solamente el cuidado diario de los purasangres de carreras, sino también la realización de las competencias a fin de preservar la estabilidad económica de miles de familias que dependen directa o indirectamente de esta industria.