Corona del Inca se embarcó a la gloria y sueña con la Breeders’ Cup Distaff

Con un Pablo Falero de tarde iluminada, la hija de Luhuk tapó justo en el disco por el Gran Premio Criadores (G1, 2000m), cimentó el arresto más excelso y consiguió el pasaje del Breeders’ Cup Challenge, con las mismas conexiones que Calidoscopio.

La conducción de Pablo Falero, la gravitación del padrillo Luhuk, los colores de la caballeriza Doña Pancha, el entrenamiento de Guillermo Frenkel Santillán y un nuevo pasaje a la Breeders’ Cup. Cualquier semejanza con Calidoscopio, aquel héroe en 2012 del Breeders’ Cup Marathon (G2) que también clasificara a la cita mundial por una prueba en Argentina, no es mera coincidencia. Fue otra historia por el halago mayor en el Gran Premio Criadores (G1, 2000m). Será otra historia de ahora en más. De cualquier manera, con la sensación de la gloria como única causa.

“Pensé que ganaba fácil en los 200 finales, pero empezó a desarmarse. Tuve que cambiar el látigo tres veces de mano. No sabía si había ganado. Después de la foto, la emoción fue absoluta”, simplificó el jockey uruguayo sobre las sensaciones antes y después del suceso más saliente para Corona del Inca. Kiriaki siguió a Distinta Nistel al comando, la quebró con facilidad al pisar el derecho final y parecía irse al triunfo. Desde la zaga surgió la heroína de la contienda del domingo para yeguas de tres años y más edad. El fallo fue de hocico.

Fue el segundo de tres preseas en la máxima categoría en la reunión para Falero, quien también fue el jinete de Calidoscopio antes a la travesía a Santa Anita y se perdió del compromiso por una lesión. “Sería un sueño poder estar ahí, con los mejores y representando una vez más a la hípica argentina”, confesó el profesional que hace un mes estaba fuera de las pistas por una fractura en el sacro.
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La categoría que quedó acéfala tras el retiro de Orcada Sale, la muerte de Doña Joya, la casi segura exportación de Conviction y la lesión de Kalithea trajo apareado un epílogo sensacional en la continuidad del calendario. Corona del Inca fue la mejor, dentro de un palmarés de 10 contiendas, que tuvo su primer match gradual en la víspera (6ª en el Otoño, donde triunfó Kalithea) y ahora se resume en cuatro primeros. El Distaff está en el horizonte, tan gigante en la confrontación como el recuerdo de Bayakoa y Paseana como varas. Falero, Doña Pancha, Frenkel Santillán y compañía no se niegan ni siquiera al test más imposible.

Los otros dos G1 de Falero

El nacido en Colonia del Sacramento primero brilló con Schoolmistress, una potranca reservada del haras Vacación, de tutela para Juan Carlos Etchechoury (h.) con dos de dos en el record y sólido arresto por el Gran Premio Jorge de Atucha (G1, 1500m). Luego, el número a bordo de Humor Ácido por el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1, 1000m), que se encomendó al primer éxito de este estilo, tercero por encima de las comunes y donde cortó un año de sequía.
    
por: Sebastian Heredia
ph: Gus Duprat