Por 3ª y última vez: SE RETIRA GARY STEVENS, UN JINETE “LEYENDA”
Por Enrique Salazar
¿Cuántos momentos cumbres de la hípica estadounidense nos trae a la memoria el sólo nombre de Gary Stevens? Parecen innumerables. Asiduamente nos sorprendíamos viendo su nombre arriba en el marcador de un clásico, porque nos resultaba extraño, tantos años viéndolo triunfar y retirarse hasta en dos ocasiones por causales serias y, para cualquier otro, definitivas, nos hacían pensar que no estaba activo ya. Pero si lo estaba o lo estuvo hasta este sábado, 17 de noviembre, cuando un incidente durante el paseo antes de una carrera en su querido Hipódromo de Del Mar (California) le causó una lesión espinal, tal como reportó el reputado periódico estadounidense Daily Racing Form. Ello le lleva a “aceptar” su retiro definitivo, porque es de imaginar que si estaba ejerciendo su profesión lo hacía porque sentía que tenía aún mucho por dar y mucho por obtener. Esa inteligencia preclara le permitiría montar hasta quién sabe cuándo. Pero el cuerpo tiene sus propias limitaciones y a ellas se está sometiendo. Para nosotros, los hípicos del mundo, una tristeza, porque era una celebración saber de sus triunfos, pero también un orgullo, porque tuvimos la oportunidad de verlo realizando faenas grandiosas e inolvidables. Somos felices sabiendo que vimos un jinete excepcional, que nos brindó su sapiencia, mucho más allá de lo que cualquiera hubiese esperado.
Le conocimos cumpliendo su 2º retiro. Ya había incursionado como actor en la espectacular película que celebra las hazañas del inolvidable Seabiscuit (33-47, Hard Tack en Swing On, por Whisk Broom). De hecho, fue ese el tema inicial de nuestra conversación, ocurrida en el bar del hotel de New Jersey, donde nos alojábamos la mayoría de los que estábamos implicados en la serie de las Breeders’ Cup de del año 2007. Mientras la lluvia caía copiosa afuera, compartimos con un Gary Stevens gordo, con una contextura inimaginable para un jinete, la preocupación por el estado de la pista para las carreras. Trabajaría de comentarista en la transmisión en directo de las carreras. Por ello, años después, cuando se anuncia y realiza su regreso fuimos un poco incrédulos. Pero Stevens volvió lucido otra vez. Sin tener la enorme actividad del pasado, montó con tino en un menor número de compromisos, pero con éxito indudable, logrando triunfos resaltantes como siempre y manteniendo indudable su categoría de gran jinete.
“Me hubiese gustado retirarme en perfecto estado, pero me siento muy afortunado por la carrera que he tenido como jinete y porque puedo seguir caminando según las noticias que me han dado esta mañana”, expresó Stevens al prestigioso Thoroughbred Daily News, en comunicación telefónica ocurrida ayer martes, 20 de noviembre. “El suceso ha movido mi vértebra C4 hacia adelante y está presionando directamente sobre mi médula espinal. Estoy esperando me informen cuándo será la cirugía que aliviará la presión sobre ella”, informó. Sobre sus planes futuros también habló Stevens con TDN, aunque no aclaró mucho, señalando: “Tengo muchos hierros en el fuego. El tiempo pasa rápido, así que no es que no estaba pensando en lo que haría en el futuro. Tengo varias cosas que me emocionan”
La campaña de Gary Stevens comenzó hace casi 40 años. Su 1ª victoria data del año 1980, lograda en el hipódromo Les Bois Park (Idaho). Durante los próximo 38 años lograría grandes triunfos, incluyendo 11 victorias en pruebas de Breeders’ Cup y 9 triunfos en pruebas de Triple Corona (3 en cada una de las gemas del hipismo de los Estados Unidos). Le tomó 17 años de carrera obtener un lugar propio en el Salón de la Fama, donde fue inducido en 1997. Con su bien vividos 55 años, el “legendario” Stevens suma a la fecha un poderoso acumulado de 5.187 victorias.
Un recuento por sus grandes momentos como jinete nos lleva al año 1998 cuando obtuvo el Premio Eclipse como el más destacado de la temporada. Diez años antes (1988), conduciendo a la inolvidable tordilla Winning Colors (85, Caro en All Rainbows, por Bold Hour), triunfó por vez primera en un Kentucky Derby (G1,Churchill Downs, 2000m), el primero de sus citados 9 triunfos en pruebas de Triple Corona. La más reciente de estas victorias la obtuvo en 2013 cuando guio a Oxbow (10, Awesome Again en Tizamazing, por Cee’s Tizzy) a vencer en el Preakness S. (G1, Pimlico, 1900m), que fue un entrenado del también “legendario” D. Wayne Lukas, el mismo entrenador de la histórica Winning Colors. Abrió y cerró sus victorias de Triple Corona de mano de Lukas. En el lapso intermedio, Stevens estuvo hasta 3 veces cerca de concretar la Triple Corona, venciendo en dos de las 3 carreras. Así, en 1995, condujo al Campeón Thunder Gulch (92-18, Gulch en Line of Thunder, por Storm Bird), otro entrenado de D. Wayne Lukas, a sendos triunfos en el Kentucky Derby (G1) y en el Belmont S. (G1, Belmont Park, 2400m), habiendo quedado 3º en el Preakness S. (G1), perdiendo la posibilidad de triplecoronarse. Durante el año 1997 estuvo aún más cerca. Conduciendo al recordado Campeón moro Silver Charm (94, Silver Buck en Bonnie’s Poker, por Poker), un entrenado del carismático Bob Baffert, triunfó en el Kentucky Derby (G1) y en el Preakness S. (G1), cayendo, justo en los metros finales, 2º en el Belmont S. (G1). Al año siguiente (1998), tomaría “venganza” cuando, guiando, al atropellador Victory Gallop(95, Cryptoclearance en Victorious Lil, por Vice Regent), y ejecutando una faena inolvidable, evitó la concreción de la Triple Corona a Real Quiet (95-10, Quiet American en Really Blue, por Believe It), éste un entrenado deBob Baffert. Tres años después, en 2001, el gran jinete volvería a tener protagonismo en la Triple Corona estadounidense, cuando conduciendo al Campeón Point Given (98, Thunder Gulch en Turko’s Turn, por Turkoman), hijo de su primera monta doblecoronada y pupilo de Bob Baffert, se impusiera en los dos tramos finales de la triple gema. Todas estas victorias de Triple Corona fueron momentos indelebles en nuestras memorias hípicas y el sólo mencionarlas las reviven en nuestra mente con gran intensidad.
Stevens se retiró por primera vez en 1999 presionado por problemas en sus rodillas. Intentó dedicarse al entrenamiento, pero ese ensayo duró poco y regresó pronto a lo suyo, reapareciendo como jinete a finales del año 2000. Su segundo retiro vendría en 2005, azotado por los mismos problemas de rodillas. Se dedica a ser comentarista, trabajando en NBC, TVG y HRTV. Sin embargo, pasados 8 años de retiro, nos sorprende con un “inesperado” regreso en 2013. Pese al prolongado tiempo de inactividad, Gary regresó, con “rodillas nuevas”, para sumar nuevos éxitos que acrecentarían su fama de “Leyenda”. En esta última etapa no sólo triunfó con Oxbow en el Preakness S. (G1), sino que sumaría una victoria en la Breeders Cup Classic (G1, Santa Anita, 2000m), conduciendo al guapo Mucho Macho Man (08, Macho Uno en Ponche de Leona, por Ponche), ambos en ese “insólito” 2013. Ese año también se produciría el encuentro con la “mítica” Beholder (10, Henny Hughes en Leslie’s Lady, por Tricky Creek), con quien obtendría hasta 12 triunfos, incluyendo hasta 7 clásicos G1. Ese año (2013) lograrían vencer en la primera de sus dos victorias en equipo en la Breeders’ Cup Distaff (G1, Santa Anita, 1800m, 1:47.77), para luego en 2016 alcanzar una extraordinaria 2ª victoria en la prueba, derrotando por nariz en raya a la inolvidable Songbird (13, Medaglia D’Oro en Ivanavinalot, por West Acre), quitándole el invicto, propinándole la 1ª de las dos únicas derrotas que tiene su campaña. ¡Será esa la gran carrera que te recordaremos por siempre Gary!
Dejará de actuar como jinete, pero su amor por la hípica hará que lo tengamos, de seguro, en otros roles. Y, cada vez que le veamos, le leamos o le escuchemos, nos traerá recuerdos vivos de su gran trayectoria, de sus grandes triunfos, con Point Given, del Belmont S. (G1) de Victory Gallop, de Beholder y aquel galope que ambos dieron en el Pacific Classic (G1, del Mar, 2000m, 1:59.77) en agosto de 2015. Será una presencia estable Sr. Stevens. ¡Suerte!, y todo el éxito del mundo en sus futuras actuaciones.