El pedigree respalda a Knicks Go en ruta a la Pegasus World Cup Invitational G1
Por Enrique Salazar.
La ausencia oficializada del alazán Charlatan (17, Speightstown en Authenticity, por Quiet American), el prematuro favorito de la V Pegasus World Cup Invitational (G1, Gulfstream Park, 1800m, $3,000,000), programada para el próximo sábado, 23 de enero, expandió el panorama de posibilidades para los 12 invitados a participar en el “rico” G1 ya tradicional en Gulfstream Park. Uno de los más favorecidos con tal ausencia es el transformado tordillo Knicks Go (17, Paynter en Kosmo’s Buddy, por Outflanker), el vencedor en noviembre pasado de la millonaria Breeders’ Cup Dirt Mile (G1, Keeneland, 1600m, $1,000,000), agenciando récord de pista de 1:33.85, pues sus estrategias de carrera se asemejan mucho. Sin tal rival en contra, Knicks Go podrá poner en marcha toda su potente velocidad desde el vamos e intentar su cuarto triunfo consecutivo, habilitando de nuevo esa consistencia que se ha hecho su común compañera desde su llegada a la cuadra del eficiente Brad Cox. De funcionar todo bien, ello le permitirá obtener su primera victoria sobre 1800m.
Ganador del Breeders’ Futurity (G1, Keeneland, 1700m, 1:44.23) a los 2 años, en octubre de 2018, Knicks Go, para entonces entrenado por Ben Colebrook, cayó con honores ante el Campeón 2 años en la Breeders’ Cup Juvenile (G1, Churchill Downs, 1700m, $2,000,000). Sin poder poner en marcha su plan usual de unir salida y llegada, el tordillo tomó el comando a la entrada de la recta final, debiendo ceder ante el “gigantón” Game Winner (16, Candy Ride en Indyan Giving, por A.P. Indy). En adelante, Knicks Go no volvió a mostrar ese nivel de condición atlética, cayendo derrotado durante 9 competencias consecutivas, la mayoría de las veces sin mostrar ninguna consistencia. Su novena caída consecutiva ocurrió en el Common Wealth Turf S. (G3, Churchill Down, 1700m, grama, noviembre/09), a finales de su decepcionante campaña de 3 años, donde su entrenador quiso probarlo en una nueva superficie. Tras ese fracaso, décimo a casi 11 cuerpos, sus propietarios tomaron la decisión de cambiar de entrenador, llegando al establo de Brad Cox a inicios del invierno.