Breeders’ Cup, “creación y arte”
Colaboración de Eloy Vielma
La historia de la creación de las ya famosas Breeders’ Cup es interesante y digna de aprender. John R. Gaines, el 23 de abril de 1982, antes del Kentucky Derby de ese año, anunció un plan que consistía en realizar varias carreras en una misma reunión, todas ellas multimillonarias, fue el nacimiento de las Breeders’ Cup. Como la idea era lograr una repercusión no sólo en los Estados Unidos sino también mundialmente, se firmó un contrato exclusivamente con la NBC Sports para la retransmisión en directo de las pruebas, a disputarse. La Breeders’ Cup constaría de siete carreras, todas ellas de Grado 1, se realizarían en un mismo hipódromo, siendo el primero de ellos Hollywood Park en California, el 10 de noviembre de 1984. Un total de $10,000,000.00 (Diez millones de dólares) serían repartidos.
En 1999, donde se decidió agregar una carrera más, la Breeders’ Cup Filly & Mare Turf. Ese año se corrieron en Gulfstream Park el 6 de noviembre. En el 2007, se añadieron tres nuevas carreras a las Breeders’ Cup, fueron ellas la Breeders’ Cup Dirt Mile, Breeders’ Cup Filly & Mare Sprint, y la Breeders’ Cup Juvenile Turf, pero en su primera edición 2007, no fueron consideradas carreras de Grado 1 y por esa razón se decidió correrlas el viernes 26 de octubre, un día antes de las ya tradicionales Breeders’ Cup.
Gracias a esa magnifica idea de Gaines, la Breeders’ Cup es considera como los dos días de carreras más importantes del país y catalogada entre los 5 mejores eventos del mundo, en lo que a múltiples reuniones se refiere. Entre los detalles que caracterizan a la Breeders’ Cup, encontramos elementos importantes únicos en su estilo como lo es el manto de flores, dicho manto es perfectamente diseñado para la ocasión y es colocado sobre todos los ejemplares ganadores, estas flores son cultivadas todos los años exclusivamente para las Breeders’ Cup.
Las famosas flores del género Aster, son utilizadas en la elaboración de estos mantos debido a su resistencia y vistosos colores, recordemos que el purpura y el amarillo, son la base de las decoraciones de las Breeders’ Cup. Los mantos son decorados también con orquídeas de la especie Cataleyas, las cuales son conocidas en botánica también como especies epífitas, es decir, plantas que pueden crecer sobre otro vegetal utilizándolo solo como soporte. Otro detalle que separa a la Breeders’ Cup de otros eventos es su distintivo trofeo, todas la pruebas además del premio metálico para las personas vinculadas a los ejemplares ganadores, la Breeders’ Cup hace también entrega de unos trofeos elaborados completamente en bronce, siendo este, una réplica de la obra de arte creada por Giovani da Bologna a finales de la década de 1580, esta obra es conocida como el Caballo de Torrie, “Giambologna”, mejor conocido como Giovani da Bologna fue un escultor francés nacido en la ciudad de Douai, el artista luego se radicó en Italia durante la época del renacimiento.
La técnica aplicada en el arte del Caballo de Torrie fue la conocida como “desollar” o “quitar la piel”, la misma tiene como fin mostrar en una pintura o escultura los músculos del cuerpo sin la piel, se cree que la escultura del Caballo de Torrie fue creada para estudiar anatomía equina. Sin ni siquiera imaginarlo, el artista esculpió la obra que hoy día se utilizaría como trofeo para los ganadores de la Breeders’ Cup. Detalles como este y el de los mantos de flores, destacan a la Breeders’ Cup como el evento donde la clase, el glamur, los mejores criadores de purasangres de carreras, las estrellas del cine y de la música, las mejores celebridades del arte culinario y por supuesto, las apasionantes competencias, se unen en un solo lugar.