Con Greatest Honour en el Fountain of Youth (G2) Shug McGaughey inicia una ruta conocida
Por Enrique Salazar.
Después de su contundente triunfo en el Holy Bull S. (G3, $200,000), el potro Greatest Honour (Tapit) tiene por delante una ruta previsible, ya recorrida con éxito por su entrenador, el veteranísimo Claude McGaughey III, cuando en la temporada 2013 llevó de su mano al recordado Orb (Malibu Moon) a triunfar en el Fountain of Youth (G2, $300,000), en el Florida Derby (G1, $750,000) y, finalmente, en el anhelado Kentucky Derby (G1, $3,000,000), convirtiéndolo en el único potro que ha concretado ese trío de triunfos durante el presente siglo. Ese mismo camino será el que iniciará el promisor Greatest Honour, este sábado próximo, 27 de febrero, cuando entrará como gran favorito al aparato de partidas, desde el puesto de pista número ocho, para enfrentar nueve rivales en una nueva versión del Fountain of Youth S. (G2), justo treinta días antes del segundo tramo de esta Ruta al Derby de las Rosas.
De nuevo bajo la conducción del premiado José Luis Ortiz, el consentido de Shug McGaughey intentará ratificar la consistente evolución que ha enseñado en sus cinco actuaciones, buscando su tercera victoria al hilo sobre la misma distancia (1700m) y mantenerse incólume en compromisos selectivo, habiendo sido su primer evento de ese tipo, precisamente, el Holy Bull S. (G3), donde terminó ganando al reverendo galope, con casi seis cuerpos de ventaja. En la prueba, que luce con poca velocidad inicial, teóricamente, el hijo del brillante Tapit (Pulpit) tendrá cuatro contrincantes principales, la totalidad de los cuales tiene cosas por demostrar en este nuevo compromiso, que podrían definir su continuidad o no en el trayecto hacia la Triple Corona.
Un relevante contendor será Drain The Clock (Maclean’s Music), notable vencedor del reciente Swale S. (G3, $100,000) sobre 1400m (1:23.29), el mismo día de la disputa del Holy Bull S. (G3). Entrenado por Saffie Joseph Jr., este potro ha sido prácticamente inderrotable, teniendo una derrota totalmente desestimable, pues derribó a su jinete entonces. Irá por primera vez a la distancia, pero la forma en que se ha desempeñado hasta ahora, especialmente, en el Swale S. (G3), da razones para esperar una buena adaptación al tiro. De hecho, su efectivo entrenador opina que no tendrá problemas en ir con éxito incluso hasta los dos kilómetros. Siendo uno de los más veloces del grupo, tendrá la posibilidad de estar adelante, desde el vamos, aprovechando que largará desde el puesto más cercano al riel. En su silla repetirá a Edgard Zayas, con quien solventó con facilidad el citado Swale S. y quién le ha guiado en tres de sus cuatro triunfos.