Bound for Nowhere sorteó el tráfico para llevarse el Highlander Stakes G2
Por David García V.
La última prueba selectiva de la jornada sabatina en Woodbine, resultó una carrera de velocidad donde el que ganó precisamente no fue por mostrar su rapidez sino su remate. Se trata del Highlander Stakes (G2), una de las carreras más emblemáticas en el calendario selectivo de Woodbine, disputada en distancia de seis furlongs (aprox. 1,200 metros) sobre pista de grama, teniendo como vencedor al caballo de ocho años Bound for Nowhere (The Factor) con la conducción de Pablo Morales y el entrenamiento de Wesley Ward.
Sin aparecer entre los primeros lugares durante dos tercios de la carrera, Bound for Nowhere vino descontando terreno de a poco para superar a sus oponentes en los últimos 50 metros y ganar su novena carrera en 19 presentaciones, luciendo las sedas del propio Wesley Ward.